miércoles, 20 de octubre de 2021

Cindy Sherman

 Cindy Sherman nació en 1954 en Nueva Jersey, con el nombre original de Cindy Morris Sherman.

                                                   

No había manifestado su vocación por la fotografía hasta que llegó a la universidad, donde realizó su primer trabajo conceptual. 

Untitled/Bus Riders (1975-1976) fue su primera serie fotográfica en la cual toma el papel de quince personajes pasajeros de un autobús caracterizados de formas completamente diferentes con maquillaje o diferente forma de vestir.

Entre 1977 y 1980 realiza su serie Untitled Film Stills representando personajes cliché femeninos en blanco y negro con una composición bastante similar a la de un fotograma sacado de una película, imitando al cine de los años 40-50.


En 1981 trabaja en la serie  The Centerfolds imitando el estilo de las revistas eróticas para hombres, pero asumiendo tanto el papel de modelo como de fotógrafa, todas ellas con diferentes composiciones y mostrando variadas emociones y nunca mirando hacia la cámara.


En sus posteriores trabajos Disaster, Fairy Tale y Disgust pictures trasmite con imágenes mayoritariamente desagradables los cambios que experimenta la sociedad que cae hacia un consumismo desmedido.


Su serie History portraits hecha entre 1988 y 1990 recrea pinturas históricas en color tomando el papel de personajes de diferentes épocas desde el Renacimiento al Neoclásico criticando, con cierta ironía, como la sociedad admira y ensalza estas obras.


Clowns y Society Portraits son dos de sus series más modernas entre 2000 y 2004 en las que ya comienza a tratar digitalmente las imágenes añadiendo fondos con colores chillones (Clowns). Autorretratos similares en composición a los History portraits, que en su serie  Clowns representan al personaje del payaso sin su idea estereotipada y con un lado algo siniestro.
En Society Portraits representa a mujeres maduras de edad criticándoselo los estereotipos de belleza de la sociedad, estas son normalmente mujeres "aristócratas".


Fotografías para Instagram (2017) es su serie más reciente en la cual realiza autorretratos o "selfies" cuestionando su propia identidad, una especie de ensayos en los cuales, como ya hacía con anterioridad, ironiza de forma cómica a cómo los personajes aparecen usualmente en las publicaciones de este tipo de redes sociales.






Untitled nº4
Abby estaba ya mareada del cansancio. 
Sabía que el cuarto cumpleaños de su hija era algo muy especial para los tres, y al verlos a ella y a Matthew tan emocionados no iba a arruinarlo todo por que tan solo quisiera dormir.

-Matt, voy a salir a tomar un rato el aire, ¿vale? Quédate con la niña yo volveré en cinco minutos.
-Sin problema. Pero no tardes mucho.

Ella le miró con cierto desprecio y cerró de un portazo.

Desde la terraza común el cielo se veía muy oscuro, sin estrellas. Todo estaba en silencio, al fin un momento de paz. 
"Ojalá fuera así siempre", pensaba ella; se preguntaba si aquel tipo de vida tan estresante y monótona que llevaba la haría feliz, y a punto estaba de plantearse cosas peores cuando Matt la llamó.

-Abby, oye, ¿dónde estás? Estoy algo preocupado. ¿Está todo bien?

La pregunta la extrañó.

-¿Preocupado por qué? Ya te dije que iba a salir un rato a tomar el aire.
-Sí claro, pero es que Kate se ha metido ya en la cama, llevo un rato esperándote y te he llamado un par de veces antes de que contestaras. Pensé que te había ocurrido algo...

Abby suspiró sin colgar aún y llamó al ascensor.

-¿De qué estás hablando?- contestó mientras este llegaba- Tan solo llevo fuera un par de minutos. Eran las 22;12 y ahora son las 22:14
-Creo que te estás liando. ¿Cuánto llevas esperando el ascensor?
-Un minuto, ¿y eso qué más da?

Las puertas de este se abrieron, llamando ella al piso 4 donde vivía. ¿O era el 3? No, era el cuatro, o el cinco. 

-Abby, ya entiendo lo que ocurre. Estás en una especie de bucle, ¿me equivoco? Seguramente al salir de casa entrase en él sin darte cuenta. Y el tiempo que llevo esperando no son los dos minutos que has estado en la terraza, sino todo lo que estás tardando en volver a ella.
-Déjate de rayaduras, me estás poniendo nerviosa.
-No son rayaduras, mira tu reloj.

Las 22:15

-Sí, ha pasado un minuto. ¿Qué hay de raro en eso?
-¿Un minuto? No, no. Hace un minuto eran las diez en punto. Han pasado más de diez.
-Me estás poniendo nerviosa.
-Tal vez, ¿pero no te has parado a pensarlo?

La mujer colgó a su marido, maldiciendo por lo bajo y a punto de desesperarse. Y entonces, enfrente suyo, la puerta decorada de su portal. Se apoyó aliviada sobre ella.

-¡Me-menos mal! Demasiado absurdo era que fuera yo a perderme en mi propia casa.

Matthew la llamó una segunda vez.

-Abby, no cuelgues así sin avisar. ¿Te has encontrado al fin?
-Sí, y no precisamente gracias a tí. Estoy enfrente de casa.
¡Genial! Y tienes tus llaves, supongo, ¿no?
-Pues... Pues... 

Buscó sin éxito en sus bolsillos, entre la ropa. Dio unos pasos hacia atrás sin perder de vista el portal, pero no veía que se le hubieran caído las  llaves en el suelo o en las escaleras.

-Me da un poco de pereza levantarme ahora si te soy sincero... ¿No te las habrás dejado sobre la terraza?
-Venga Matthew, no seas así y ábreme la puerta. ¿Matt? ¡Matt ni se te ocurra colgarme ahora!

Agachada buscando las llaves entre el polvo del suelo, vio de reojo una sombra delante suyo, casi iba a gritar cuando reconoció quién era. Lo miró de arriba abajo.

-¿Matt?- murmuró.
-¡Ah! Pero bueno ¿Dónde estabas?- Caminó hacia ella- Kate se ha metido ya en la cama, llevo un rato esperándote y te he llamado un par de veces pero no contestabas. ¡Pensé que te había ocurrido algo!

Inclinó la cabeza confuso, su mujer parecía aturdida, observaba la pantalla de su teléfono.

-Abby, ¿con quién estabas hablando?

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